Conocida por muchos como la «reina de la industria de la belleza», Sydell Miller (1937-2024) se guio en cada aspecto de su vida por el mantra familiar: «Piensa, cree, sueña, atrévete». Desde sus primeras incursiones en la moda y el negocio de la estética hasta su faceta como coleccionista de arte y diseño, Miller vivió rodeada de belleza, tanto por dentro como por fuera. El 18 de noviembre, Sotheby’s dispersa en Nueva York 90 obras de arte que atesoraba en su mansión de Palm Beach, entre las que hay iconos del arte moderno y contemporáneo, esculturas y piezas emblemáticas de diseño. Dos cuadros sobresalen del conjunto: Nenúfares de Claude Monet (1840-1926) y La Statuaire de Picasso (1881-1973). Pocos temas de la historia del arte moderno son tan célebres como los nenúfares de Monet, y el que atesoraba Sydell debuta por primera vez en subasta. Esta pintura marcó un punto de inflexión en el enfoque del impresionista francés sobre el tema que le encumbraría, y prefigura los lienzos monumentales alojados en el Musée de l’Orangerie de París. Por su parte, La Statuaire de Picasso representa una figura femenina sentada frente a un busto de retrato colocado sobre un pedestal, ambos situados delante de unas puertas francesas que se abren a un balcón. Como en todas las grandes obras picassianas, nada es tan simple como parece. En un mismo lienzo, el malagueño consigue fusionar referencias surrealistas, imágenes neoclásicas monumentales y elementos del cubismo. En los archivos de la Galerie Paul Rosenberg, donde se expuso por primera vez esta obra en 1926, un año después de su creación, su título se registra como La Femme sculpteur– aludiendo al tema de la obra, ya sea una escultora trabajando en un objeto de su propia creación o examinando una escultura clásica para inspirarse. Este lienzo es la primera pintura que representa a una artista mujer en la obra de Picasso. La Statuaire ha formado parte no solo de las exposiciones más importantes de Picasso, sino que también ha pertenecido a algunos de los coleccionistas de arte moderno más distinguidos, incluyendo su propietario original, Stephen Clark, fundador del MoMA.
