Antoni Muntadas (Barcelona, 1942), uno de los pioneros del media art y del arte conceptual en España, marchó a Nueva York en 1971, en pleno franquismo; su residencia neoyorquina la ha vivido compartiéndola con ciudades de todo el mundo para plantear una reflexión crítica sobre la experiencia personal y colectiva respecto a los mecanismos de control, de poder, de miedo, y el papel que los medios de comunicación tienen en este proceso. Por su interés en conocer la realidad de distintas ciudades, Muntadas, Premio Velázquez 2009, se identifica con el concepto de paratopía acuñado por el lingüista francés Dominique Maingueneau, según el cual “la actividad del arte puede practicarse a costa de la paratopía, de una imposible pertenencia a un lugar, a una comunidad, a una época o a una lengua”. Esta idea da título a la exposición que se presenta en la nueva galería Prats Nogueras Blanchard de Barcelona hasta el 25 de mayo.
Hacía años que no exponía en Barcelona Antes de hablar de la exposición, quiero decir que está dedicada a Enric Franch (1943-2024), diseñador supercreativo e inteligente, compañero de viaje y gran persona. Era, como dirían los boxeadores, un sparring, en cada proyecto nos peleábamos de manera constructiva y era un gran colaborador, como Antoni Mercader, Eugeni Bonet o Andrea Nacach. Hacía siete años que no hacía una exposición en mi ciudad, la última fue Edicions II en la galería Joan Prats, Edicions II, y todos los trabajos presentados aquí son inéditos para Barcelona menos las frases, algunas ya conocidas. Me alegro de inaugurar este espacio, que es la aventura de dos galerías que se unen y me parece muy buena idea.
Su obra es un proceso, que puede ser largo, ¿podría hablar de su metodología? Hace tiempo que trabajo con el concepto de proyecto; es una forma de trabajar que no consiste en hacer obra directamente, sino que hay un proceso de trabajo y de tiempo, que puede durar tres, cinco o más años, y a veces estos proyectos acaban siendo obra. Por ejemplo, yo no empiezo haciendo un vídeo, una serie fotográfica… sino que en el proceso de trabajo llega un momento en el que tengo claro si tiene que ser una instalación, un vídeo, una publicación o una intervención en la calle, y escoger el medio es el final del proceso de trabajo. Por ello, detrás de las obras que se exponen, hay todo un proyecto; es una forma distinta de trabajar, que es la metodología del proyecto. Es importante tener un proyecto para trabajar; pero la misma metodología no es necesariamente útil para todos, cada cual tiene que definir la suya propia; tener un proyecto ayuda a ordenar las cosas y a trabajar de una manera progresiva. Para esta exposición hemos elegido obras que estaban hechas en distintos lugares, como São Paulo, Bruselas, Marsella, Nueva York, Venecia o Barcelona, reunidas bajo el título de Paratopías.
¿Cómo se ha identificado con el concepto de paratopía? Es del lingüista francés Dominique Maingueneau, que él aplica sobre todo a la literatura; leyéndolo, llegué a la conclusión de que todo lo que él decía sobre la paratopía me servía para unir una serie de trabajos que tienen que ver con el desplazamiento, la pertenencia y el hecho de trabajar en un sitio u otro; en griego topos es espacio y paratopía significa estar en constante movimiento. Leí el texto, nos encontramos y le pedí un escrito de unas diez líneas relacionando el concepto de paratopía con el arte, texto que se ha publicado en el periódico que acompaña esta exposición para dar contenidos paralelos; se habla mucho de utopías, distopías, heterotopías, todos son conceptos diferentes… [Marga Perera. Foto: Maria Dias]
