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    Laplace, una suma creativa

    Quiso ser cineasta, pero su padre, abogado, tenía otras expectativas más “serias” para él. La siguiente opción de Luis Laplace fue estudiar Arquitectura, una disciplina que, como dijo Lloyd Wright, “es el triunfo de la imaginación humana sobre los materiales, los métodos y los hombres.” Nacido en Buenos Aires, Laplace lleva más de veinte años dejando testimonio de su ingenio y savoir faire en edificios y objetos innovadores pero que a la vez reflejan su profundo respeto por el pasado. En 2004, con su compañero Christophe Comoy, fundaron el estudio Laplace, situado en el corazón de París, en el mismo barrio en el que se encuentra la Opera Garnier o las Galeries Lafayette. Su empresa cuenta hoy con medio centenar de profesionales, entre arquitectos, interioristas y diseñadores, y está detrás de proyectos como Chillida Leku de San Sebastián o la sede que la galería Hauser & Wirth tiene en Illa del Rei, Menorca. Precisamente, la isla balear es su paraíso secreto y allí, en la localidad de Alaior, tienen su segundo hogar, la Casa Santa Magdalena, una finca en plena naturaleza (que fue portada del Wall Street Journal Magazine), en la que conviven con su colección de diseño y arte contemporáneo, y que es un reflejo de la personalidad de sus dueños, discreta pero a la vez sofisticada. 

    ¿Recuerdan su primer contacto con el arte? 

    Luis Laplace (LL): Sí, de hecho, conservo un recuerdo vívido. Cuando era joven, mi escuela estaba ubicada justo enfrente de una pequeña librería. Cada día, mientras esperaba que mi madre viniera a recogerme, la visitaba. Un día, elegí al azar un libro, y en su interior, me encontré con un retrato de Louise Bourgeois tomado por Mapplethorpe en 1982. En aquel momento, yo no sabía quién era Louise Bourgeois ni Mapplethorpe, pero esa fotografía, en la que ella posaba con su escultura en forma de falo Fillette, me cautivó. Aquella fue mi primera conexión con el arte. 

    Christophe Comoy (CC): Hasta que conocí a Luis mi relación con el arte era digamos básica. Por ejemplo, siempre me ha encantado el cuadro Los acuchilladores de parquet de Caillebotte que se expone en el Museo de Orsay, el tema de los trabajadores (de una profesión ya extinta), los detalles en el suelo y los cuerpos son espectaculares. Una de mis primeras experiencias más impactantes con el arte contemporáneo fue la instalación de Jason Rhoades My Madinah. In pursuit of my emitage, que vi en la Hauser & Wirth Collection de St. Gallen, en 2004. 

     Su estudio es responsable de dos importantes centros artísticos en España, Chillida Leku y la sede que la galería Hauser & Wirth tiene en Menorca. ¿Cómo fue su proceso creativo? 

    LL y CC: Nuestro planteamiento en ambos proyectos partió de una apreciación profunda del significado cultural y artístico de los espacios. Fusionamos la arquitectura con el entorno, asegurándonos siempre de que el arte ocupe el lugar central y armonice con el medio ambiente. Cada elemento, desde la elección de los materiales hasta el diseño de iluminación, se analiza cuidadosamente para crear una experiencia fluida e inmersiva para los visitantes. 

    Luis, usted es argentino, vive en París y trabaja en todo el mundo. ¿Qué le sedujo de Menorca? 

    LL: Suelo decir que las Islas Baleares son como unos hermanos. Mallorca sería la hermana rica y elegante que hizo un buen matrimonio; Ibiza sería la hermana frívola y fiestera; mientras que Menorca, por su parte, es el hermano más reservado y romántico, que todavía conserva un toque de inocencia, y que siempre está en busca de algo más. La naturaleza de Menorca es auténtica y ofrece una sensación de proximidad con la cultura local, y eso ha sido una importante fuente de inspiración para nuestro trabajo. 

    Arte, cine, libros, música… ¿dónde encuentran inspiración? 

    LL: En todo lo que nos rodea. Personalmente, la lectura me parece particularmente inspiradora. A menudo digo que la biblioteca de una persona es un reflejo de su cabeza. Debo admitir, sin embargo, que soy un poco reacio a mostrar la mía porque revelaría mucho acerca de mí a los demás. También nos inspiramos en la moda, la fotografía y en nuestra relación con los artistas. 

    [Verena Mallo. Foto: Daniel Schäfer]

     

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