El multiverso, la fascinante teoría de los universos paralelos, le sirve a Julio Larraz (La Habana, 1944) para fantasear con mundos alternativos en los que no es posible distinguir la realidad de la ficción pero en los que no falta la ironía ni las referencias políticas. Este ciudadano del mundo, nacido en Cuba de raíces españolas, afincado desde la adolescencia en Estados Unidos y que ha vivido también en Francia e Italia, ha desarrollado una exitosa carrera como humorista gráfico en prensa colaborando con medios como The New York Times, The Washington Post o la revista Vogue, entre otros muchos. A los 23 años decidió dejar la mesa de dibujo y pasarse al caballete para volcar sobre el lienzo las imágenes que se le aparecen mientras “sueña despierto”. Su imaginario está más ligado al mundo onírico aunque en él se filtra la realidad e incluso el humor. “Puede ser satírico, referencial y enigmático, todo al mismo tiempo -escribe Madeline Murphy Turner en el texto del catálogo- Los críticos le han clasificado como un surrealista, comparándolo con Salvador Dalí, René Magritte y Giorgio de Chirico, o han percibido sus afinidades con el realismo estadounidense a través de diálogos visuales con Andrew Wyeth o Edward Hopper.” Larraz es una de las figuras más respetadas del arte latinoamericano actual. Desde 1996 está representado por la galería Marlborough que este mes presenta en su espacio madrileña la muestra Pasajes alternos. [Vanessa García-Osuna. Foto: Alfredo Arias]
