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    Plensa, poeta del silencio

    “Te invito a que imagines el silencio” propone Jaume Plensa a quienes visiten su retrospectiva, Poesía del silencio, organizada por la Fundació Catalunya La Pedrera, que puede visitarse hasta el próximo 23 de julio. La relación de Plensa con la literatura, especialmente con la poesía, es el hilo conductor de esta muestra comisariada por Javier Molins. T.S. Elliot, William Shakespeare, Dante, Goethe o Vicent Andrés Estellés son algunos de los escritores que han acompañado al artista a lo largo de su vida sirviéndole de inspiración. Esta influencia literaria se extiende también a la propia letra como elemento con el que compone sus esculturas. La exposición en La Pedrera muestra cómo ha utilizado las letras de muy diversas formas, bien en forma de cortinas, en gongs o en el cuerpo humano, quizás sus obras más conocidas. Esta intersección del lenguaje con el cuerpo humano es una de las bases de su trabajo.El escultor empezó con el alfabeto latino para ir incorporando otros como el hebreo, el árabe, el chino, el japonés, el griego, el cirílico, el coreano, el hindi, etc. Para Plensa cada letra tiene una belleza única, pero todas juntas son una muestra de la diversidad del mundo y de la convivencia entre diferentes culturas. “Una letra no parece nada, es algo humilde, pero unida a otras forman palabras, y las palabras forman textos y los textos, pensamiento”, ha manifestado. Song of Songs (2005) es un ejemplo de la aplicación de las letras como material de confección de sus conocidas cortinas. La obra tiene su origen en la infancia del artista y en la poesía y, en concreto, en la obsesión del artista por liberar la poesía de la tiranía de la bidimensionalidad del papel para llevarla a las tres dimensiones de la escultura. La utilización de la letra como elemento constructivo también está presente en las series de figuras humanas que se inician con la escultura Tel Aviv Man XX (2008), en la que el artista utiliza por primera vez el alfabeto para moldear sus figuras. Los característicos tatuajes de Plensa están presentes a través de Sitting Tattoo XI (2008), una figura humana translúcida realizada en resina de poliéster e iluminada de distintos colores en su interior. Aquí las palabras se convierten en tatuajes: «Todos llevamos el cuerpo tatuado, pero con tinta transparente». La serie de esculturas Lilliputs reúne muchas de las constantes del artista, como son la figura humana, las letras, la repetición y la gravedad. Este conjunto está compuesto por varias figuras humanas de color blanco de las que cuelgan infinidad de letras en unas cuerdas que salen de los ojos, como el llanto, otro de sus temas recurrentes. Esta serie juega con la repetición, un concepto que descubrió de joven durante una visita a Egipto en la que quedó fascinado con las filas de carneros que reciben al visitante en el templo de Karnak en Luxor. La familia es el trasfondo de sus ‘constelaciones’. La obra Love of Home (2002) está formada por una serie de figuras en resina, basadas en las muñecas que heredó de su madre. A estas figuras les acompañan, distribuidas en la pared, una serie de palabras en inglés: padre, hermano, cuñado, sobrino, abuelo, etc., en definitiva, esa gran constelación que es la familia. En tres piezas de 2002, Orphans of War, Father Mother y Song of the Death of Infants, aparece una figura infantil de la que cuelgan unas frases. La última de ellas evoca una composición musical de Mahler. Y es que la música es otra de sus pasiones, que también está presente en Adagio II (2015) que reproduce una figura humana realizada con notas musicales, al igual que Self-Portrait (2018), una esfera moldeada con pentagramas. El artista entiende que las personas somos tanto los libros que leemos como la música que escuchamos a lo largo de nuestra vida. Los característicos gongs de Plensa, fruto de su pasión por William Blake y sus Proverbios del infierno, están representados en Matter-Spirit (2005). En los gongs, el escultor inscribe palabras y con el cincelado de éstas les quita materia y peso dotándoles de un sonido diferenciado. El silencio inspira Rui Rui’s Words (2021), un rostro femenino suspendido que se lleva la mano a los labios para invitar a la quietud. «El dibujo es un espacio de libertad», asegura Plensa que a lo largo de su carrera no ha descuidado laobra en papel, pero siempre desde un punto de vista escultórico.

    El origen de los dibujos expuestos, de 2005, fue un encargo de la editorial Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores para la ilustración del libro Teatro Completo de William Shakespeare. Hizo51 dibujos asociando cada uno con un concepto presente en la obra del bardo. Aparecen palabras como “Desire”, “Insomnia”, “Land”, “Night” o “War”, inscritas en rostros que el artista extrae de libros de geografía de la época colonial. Estos dibujos están hechos en un papel que tiene cierta transparencia, porque una de sus obsesiones es liberar sus obras de los límites de ambas dimensiones. En la presentación de la exposición Jaume Plensa explicóque en el discurso expositivo ha tenido en cuenta: “mi ciudad y este edificio que tiene presente la figura de Gaudí que me ha ido hablando para acabar de decidir dónde colocar cada una de las obras”, palabras corroboradas por el comisario, Javier Molins, quien apuntó que «esta muestra tiene el arte de Jaume Plensa, la literatura que le ha influido y la arquitectura de Gaudí».  

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