¿Qué es lo popular? Lo popular no es lo famoso. Lo popular no son los productos de la cultura de masas. Lo popular no es el arte del pueblo. Lo popular no es la artesanía de las clases trabajadoras. Lo popular no es el folklore. Lo popular no son los tópicos ni los souvenirs para turistas. Lo popular anda por entre todo eso, por debajo de todo eso, pero es otra cosa. Lo popular es una forma de imaginación, a menudo palabras, imágenes y cosas, que se producen mediante gestos, acciones y fiestas, de maneras muy diversas. Esta es la tesis que Pedro G. Romero sostiene en popular [así, en minúscula] que es al mismo tiempo una exposición y una investigación. El relato se apoya en 1.500 piezas (entre grabados, audiovisuales, instalaciones, esculturas, pinturas, fotografías, libros y material de documentación) para explicar que lo popular tiene una naturaleza performativa, plástica, móvil, en continua metamorfosis, más cerca del ritual que del monumento, liturgia sin teología alguna.
“En realidad, lo popular está en las obras de arte de los siglos XX y XXI en una gran medida, anda por entre ellas y todas le toman un poco pero es muy difícil entenderlo de una forma absoluta: lo popular tiene un carácter performativo, cambiante, relacional, apenas se identifica y empieza a mutar en otra cosa, en mercancía, en valor identitario, en tradición, y no sé en cuántas calamidades más…”, manifiesta Pedro G. Romero.
El comisario se sumerge en la rica colección del IVAM, ampliando el foco sobre determinados aspectos —la música, por ejemplo—, subrayando luces sobre numerosos aspectos de la colección —el imaginario de las clases trabajadoras— y haciendo notar las ausencias —la imaginación afrodescendiente, por ejemplo—. “Una de las ventajas de trabajar con mucho material, es poder establecer un campo de relaciones amplio y fértil y, parándome a ver, entender cómo lo popular va recorriendo, por debajo, como un reguero de agua, esas tramas y relaciones entre distintas obras y distintos artistas.”
Esta exposición es, por tanto, un volcado del archivo del museo valenciano, con una nueva puesta en relación de las miradas —el Niño de Elche, por ejemplo, ha realizado canciones a partir de 15 piezas de la colección—, desbordando el marco de lo que significa arte moderno y, a la vez, intentando dar pautas claras de lectura. [IVAM, Valencia. Hasta el 14 de abril de 2024].
